Por desgracia, la venta de libros en
España sigue cayendo de una forma vertiginosa. En 2011 el sector editorial
facturó más de 2.772 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,1 con
respecto al año anterior. Pero en lo que llevamos de año el asunto no ha
mejorado, más bien lo contrario, en el primer semestre de 2012 la caída ya se
acerca al 10%, según anunció la
Federación de Gremios de Editores de España.
Nada hace pensar que en otros países la
venta de libros haya subido.
Este descenso de la
facturación viene motivado por la crisis, la implantación del mundo digital y
la "mentalidad de la cultura de todo gratis", según explicó el
director de la Federación,
Javier Cortés.
Es posible, y es un debate de plena
vigencia, que la industria editorial tenga que reinventarse para resurgir de
sus cenizas. Sólo los que estén avispados podrán obtener beneficios. Y en este
sentido la industria digital no puede dejarse de lado, más bien hay que
afrontarla como una gran oportunidad, en lugar de una amenaza.
Y quizás, esa reinvención pase por una
bajada de precios, tanto del libro impreso como del digital, que en España
alcanza precios desorbitados en aquellos ejemplares cuyos derechos tienen las
editoriales.